sábado, 1 de octubre de 2011

Círculos III

-¿Y qué pasa cuando se cierra un círculo? ...¿muere?

-No. Siguen vivos. Flotan en el aire; en el sueño y el recuerdo. Se te aparecen por la noche, en el cielo, en el suelo, en tu propia mente. Sobrevuelan tus acciones como espectros. Les quitamos el aguijón, el dolor de lo perdido confinándolos al mundo de la memoria, de lo pasado. De la tierra de los círculos cerrados es la nostalgia, la soledad. De ahí vienen los llantos silenciosos al caer la noche, las lágrimas solitarias del "¿Qué habría pasado si...?. De la tierra de los círculos cerrados viene la muerte, pero también la esperanza.

-¿La esperanza?

-Sí, la de saber que se pueden abrir otros círculos más. Aventuras nuevas, ilusiones puestas en clave vital. De los círculos cerrados nacen los círculos por abrir; del humo de un cigarro viene el rocío del amanecer. Igual que de los seres muertes nace vida nueva del suelo, así pasa con los círculos. Dejarse llevar; comprender el momento vital, la magnífica ola de la incertidumbre...es lo que muchos llaman vivir de verdad.

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